martes, 9 de junio de 2015

GOBIERNOS MILITARES

GOBIERNOS MILITARES       
                                                           Relato condensado de la Historia de la Argentina Director Félix Luna.

Mi hermano Guillermo nació el 19 de agosto de 1928 y yo, el 28 de agosto de 1929, en la época que Hipólito Irigoyen fue Presidente de la Nación Argentina. 
En 1929 triunfó Adolfo Hitler en Alemania y se fortalecieron los totalitarismos en toda Europa motivando una tensión que provocaría la Segunda Guerra Mundial. 

Los argentinos de esa época, enraizados en las tradiciones políticas nacionales tuvieron mayor o menor afinidad con las dos facciones en pugna en el escenario internacional. Los que simpatizaban con los países Aliados, que lucharon contra los regímenes totalitarios de Alemania, Italia y Japón, llamados Eje Ro-ber-to, por las tres primeras sílabas de las capitales de Italia, Alemania, Japón.

"Aliados" fue la denominación que usaron en la primera guerra mundial en la que el Reino Unido, Francia y Turquía enfrentaron a Alemania, Austria-Hungría, Bulgaria y Turquía. Triunfaron los Aliados. 
Turquía (Imperio Otomano) perdió su soberanía sobre el territodio llamado Palestina. Por disposición de la Alianza de las Naciones la región denominada Palestina quedó administrada por Gran Bretaña. 

Nuestro país, consolidado como república en 1880, ya gozaba de una democracia ampliada desde 1912 por la Ley del sufragio universal entre 1916 y 1930, dependía para su crecimiento del equilibrio entre sus instituciones políticas y de exportaciones de productos primarios: carne, trigo, maíz, girasol, lino y otros granos.  
La crisis económica de 1929 cerró los mercados tradicionales del país y afectó ese equilibrio. Muy pocos pudieron entenderlo así. Desde entonces fueron más las demandas al sistema político que las propuestas de soluciones de fondo.

El jefe de la revolución que derrocó a Yrigoyen, el General Conservador José Félix Uriburu, admirador de HitIer,  asumió la presidencia provisional en 1930. 
Ese golpe militar, gestado por una fracción del Ejército y por una parte de la opinión civil que acusaba a Yrigoyen de incapacidad de resolver la crisis internacional. 
El golpe fue convalidado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. 
La acordada de esa Corte, si bien advertía que debía mantenerse la supremacía de la Constitución, debilitó nuestro sistema político.

El General Uriburu, admirador del militarismo alemán y su carácter jerárquico, había participado en política en filas del Partido Demócrata Nacional (o Conservador)
El Genral José E. Uriburu gobernó rodeado por políticos conservadores bonaerenses y nacionalistas dispuestos a modificar la Constitución copiando el modelo italiano corporativo fascista. 
José Félix Uriburu carecía de peso suficiente para imponer lo que se proponía. 
Su posición se debilitó cuando en las elecciones de la Provincia Buenos Aires triunfaron los radicales.

El General Agustín P. Justo, jefe militar de prestigio, estaba decidido a convertirse en Presidente constitucional, y, con ese objetivo supo tejer una base política amplia, una concordancia de conservadores, antipersonalistas y socialistas independientes separados del tronco partidario. 
La fórmula Radical, cuyo candidato era nada menos que el ex Presidente Marcelo T. de Alvear (calificado como el mejor Presidente que tuvo la Argentina) fue proscripto por el Gobierno de facto. Eso allanó el camino a Agustín P. Justo que llegó a Presidente para el período de 1932 a 1938. Gobernó dictatorialmente con el apoyo conervador del Ejército. 
En varias provincias se cometieron vergonzosos fraudes, no obstante ello, en la emblemática Córdoba, en 1935, ganó el radicalismo.
Durante su presidencia Agustín P. Justo no pudo remontar la crisis que paralizaba al país y provocó el cierre de industrias y el abrupto descenso en la renta agraria.
El desempleo y la pobreza llegaron a extremos intolerables.    
Entre 1930 y 1943 hubo gobiernos conservadores que muchas veces, recurrieron al fraude para ganar las elecciones. 
Durante la presidencia de Justo se firmó el pacto Roca-Runciman, sobre el comercio de carnes entre Argentina y el Reino Unido. 

En esa época, Carlos Saavedra Lamas, medió exitosamente en el conflicto armado entre Bolivia y Paraguay. Eso le valió la adjudicación del Premio Nobel de la Paz.   

Roberto Mario Ortiz asumió la Presidencia de la Nación en 1938. 
Durante su gestión, trató de terminar con las prácticas fraudulentas; intervención las provincias de Buenos Aires y Catamarca. Esa iniciativa no la continuó su sucesor, el vice Presidente conservador Ramón S. Castillo que asumió la Presidencia de la Nación Argentina en 1942 por problemas de salud de Ortiz, que murió poco después.

Los xenofóbos conservadores de mi pueblo se hicieron nazis, no así quien fuera ecaudillo conservador, don Pascual Martínez, buena persona, culto y formal, que solía criticar el totalitarismo de Franco y apoyaba la lucha de los republicanos. 

El 3 de junio de 1943, el Ministro de Guerra Pedro P. Ramírez, le pidió al Presidente Castillo que no apoye la candidatura al conservador Robustiano Patrón Costas para las próximas elecciones presidenciales. Castillo se negó. 
Esa negativa hizo que el día siguiente las tropas al mando de Pedro P. Ramírez avanzaran desde Campo de Mayo hacia la Casa de Gobierno. 
El Presidente Castillo dejó la Casa Rosada y se refugió en un buque de la Armada. 
Presentó su renuncia en La Plata.  

LA GUERRA MUNDIAL LLEGÓ AL RÍO DE LA PLATA


A tres meses del estallido de la Segunda Guerra Mundial el acorazado alemán "de bolsillo" Graf Spee viajó hasta el Río de la Plata en busca de barcos mercantes ingleses, frecuentes en los puertos de Buenos Aires y Montevideo porque los frigoríficos de capitales ingleses instalados en Argentina les proveía gran cantidad de corned beef, con el que los ingleses alimentaban a sus soldados.
Ese acorazado era muy buscado por haber hundido quince barcos enemigos. 
Al finalizar las 48 horas de permanencia en el puerto de Montevideo, conforme a las normas internacionales, dejó ese puerto neutral. La pericia del capitán del Graf Spee, Hans Langsdorff, no pudo eludir a los buques ingleses Ayax, Exeter y Achiles. 
El capitán ordenó a sus marinos ponerse a salvo en los botes salvavidas y dirigirse a Buenos Aires.  
Langsdorff voló el acorazado, que terminó hundiéndose.    
Ese acontecimiento ocurrió el 13 de diciembre de 1939. 
Habitantes, fotógrafos y camarógrafos de Buenos Aires y Montevideo observaron desde ambas orillas del Río de la Plata para fotografiar y filmar esa batalla naval.  
Los marinos del Graf Spee llegaron sanos y salvos a Buenos Aires, donde durante un tiempo permanecieron detenidos bajo la tutela del Gobierno argentino. 
Posteriormente los trasladaron a Villa Calamuchita, un pueblo a 90 kilómetros de la ciudad de Córdoba, otorgándoles una asignación mensual. 
Las autoridades de esa villa la embanderaron el 8 de julio para conmemorar el día siguiente un nuevo aniversario de la Declaración de la Independencia. 
Varias de esas banderas aparecieron quemadas el día patrio. 
Considerando que los ex marinos nazis acosaban a las lugareñas haciendo alarde de su vida disipada (gracias a la inmerecida subvención del Gobierno argentino), originando disputas con habitantes de la villa y su costumbre de quedarse en los bares bebiendo hasta el amanecer, nadie dudó que fueron ellos los autores de esa afrenta a nuestra enseña patria en el día que se conmemoraba la declaración de la Independencia. 
Las autoridades gubernamentales no querían herir la susceptibilidad de los marinos nazis, no investigaron ese abominable hecho; se limitaron a cambiaron el nombre de esa Villa por el de Ciudad General Belgrano y dieron por cerrado ese episodio.

Desde mi profundo sentimiento de argentinidad me quedó un sabor a poco. No me gustó esa supuesta "neutralidad" que no quiso herir la sensibilidad de Adolfo Hitler.
Así fue como la benevolencia del nuestro Gobierno, General Belgrano se convirtió en un pedazo de la Alemania Nazi en la Argentina, posteriormente refugio de criminales nazis que llegaron escapando a los tribunales que, de apresarlos, serían juzgados.

Otra revolución, la del 4 de junio de 1943, organizada por un grupo de militares, sería el comienzo de una época diferente. 
En efecto, apareció un militar argentino, nacido en 1895 en Lobos, provincia Buenos Aires, que participó de ese golpe militar. 
Ese Gobierno de facto creó la Secretaría de Trabajo y Previsión. Para secretario del flamante organismo se designó a Juan Domingo Perón, quien controló la C.G.T.
En 1944 Perón fue nombrado Vice Presidente y Ministro de Guerra. 
En 1945 lo destituyeron y fue confinado en la prisión de la isla Martín García. 
Regresó triunfante poco después, gracias a la actuación de María Eva Duarte, la que luego fue su esposa.
Perón resultó victorioso en las elecciones presidenciales del 24 de febrero de 1946. 
Su bandera política fueron los proyectos de Ley propuestos por el socialista Alfredo Palacios, que los conservadores mantuvieron cajoneados.  
En esa fecha yo no votaba pero el amor a mi patria dependía de las medidas que tomaran sus gobernantes. 
A mis 16 años conocía los principios las diversas doctrinas políticas.

Conservadorismo: mantener valores y estructuras tradicionales oponiéndose a cualquier cambio.

Liberalismo: en teoría sostiene que la autoridad del estado no es absoluta y que los ciudadanos conservan una parte de autonomía que el estado debe respetar. En lo económico defiende la libre empresa oponiéndose al socialismo y al dirigismo. Sostiene que el estado no debe intervenir en las relaciones económicas que existan entre personas, clases*, o naciones. (*Clases: conjunto de personas que, por sus características o intereses comunes constituyen una unidad homogénea. Ejemplos: clase alta, media, baja, etc. (Disiento con ese punto por considerarlo discriminatorio) Mi apreciación personal fue que "Liberal" fue la nueva denominación que adoptaron los conservadores para su partido político, ya desacreditado por proscribir, sin motivo valedero, a Marcelo T. de Alvear, quien fuera el mejor Presidente que tuvo nuestro país (1922-1928) para presentarse como candidato a Presidente en las elecciones de 1932
Cometiendo un desfachatado fraude, dieron ganador a otro militar: Agustín P. Justo. 

* En cuanto al tema de "clases sociales" desde temprana edad mis hermanos y yo, recibimos de nuestros padres el consejo de no hacer diferencias por condición social, económica, color de piel, religión, ni otra cuestión. Nuestros compañeros de juegos fueron chicos humildes. que nos dejaron amis hermano y a mi lindos recuerdos.  Más de cincuenta niños iniciamos el primer grado y para el 2° grado se redujo a la mitad por aquello que eso de estudiar es cosa de gringos. 

RADICALISMO: Doctrina y actitud que postula eficacia y medidas drásticas para conseguir el mejoramiento de las condiciones sociales, políticas, económicas, etc. 

SOCIALISMO: Doctrina política, económica y social que propugna la propiedad y administración pública de los medios de producción e intercambio. Este movimiento político en Argentina tuvo diversos matices que lo dividieron en dos socialismos: el socialismo democrático y el socialismo argentino, cuyo gran referente fue Alfredo Palacios, el primer diputado socialista (1904), presentó importantes leyes de derecho laboral, que fueron "cajoneadas". Cuarenta años después fueron banderas de Perón y agregó otras que favorecían a los trabajadores. 

POPULISMO: doctrina política que pretende defender los intereses y aspiraciones del pueblo. (Fue una tendencia socialista del proletariado ruso que fracasó). Los países con gobiernos populistas incrementaron con sus dádivas la cantidad de ociosos y pedigüeños. Sugerían los pensantes que en vez de darle pescado al hambriento, se le suministre elementos para pescar, así él mismo conseguiría el sustento familiar. 

PERONISMO: movimiento político argentino desarrollado a partir de la llegada al poder de Juan Domingo Perón en 1946. Su carácter populista logró aglutinar a las clases obreras bajo el control estatal y al margen de las ideologías políticas.          


Yo había ingresado a trabajar en el Ferrocarril Entre Ríos en los primeros días del mes de Septiembre de 1944; consecuentemente el 1° de marzo de 1948, día en el que Perón nacionalizó los ferrocarriles, me convertí en empleado estatal. 
Nuestros dirigentes gremiales se mostraban resentidos con Perón por mantener a los ferroviarios al margen de los aumentos de sueldo que se les otorgaba a muchos otros gremios. (Arturo Jauretche, del que nadie duda su simpatía política de apoyo al General Perón, dice que nuestros salarios estaban muy por encima de los demás gremios. Eso hizo que Perón no nos tuviera en cuenta cuando disponía los aumentos de sueldo).   
Hice el Servicio Militar en el año 1950 como Aspirante a Oficial de Reserva en el Regimiento 27 de Infantería en Paso de los Libres. (Durante primera presidencia de Perón).
Egresé como Jefe de Pelotón Morteros. 
En diciembre de 1950, ya de baja, logré que me adjudiquen el puesto de Jefe de Cargas en Estación Clara, la siguiente a Villaguay en la línea del Urquiza, que unía la Capital de la Argentina con la del Paraguay.
El Boletín Mensual del Ferrocarril Urquiza, además de medidas de interés general traía segmentos del Plan Quinquenal de Presidente Perón. Diariamente destinábamos veinte minutos, al que concurrían todos los empleados de esa Estación, aún los que estaban en sus horas de descanso o de franco semanal. Uno de nosotros leía, con voz clara y potente, lo publicado sobre ese plan en el que todas las obras a realizarse estaban perfectamente justificadas por los beneficios que acarrearían, con qué recursos se haría y el tiempo previsto para su realización. Y se cumplían.
Con los años, me he preguntado por qué otros presidentes no tomaron su ejemplo de programas quinquenales de obras.   
Hubo muchos episodios durante las presidencias de Perón que los conocí a través de los cuadernillos de Historia Argentina, que, bajo la dirección de Félix Luna, fue escrito por un grupo de destacados escritores.
Trascribo textualmente algunos párrafos de un cuadernillo de "Historia de la Argentina" que refieren sucesos ocurridos en período de los años 1949 a 1955. 

"Todo gobierno prolongado suele sufrir erosiones de diverso tipo. Eso ocurrió con
el de Perón, fuertemente autoritario y centrado en la persona del líder justicialista, carente de los contrapesos institucionales que en un sistema republicano balancean responsabilidades, pagó las consecuencias de su prolongada permanencia en el poder.
... en 1951 ocurrió un episodio indicativo de falta de apreciación del Poder Ejecutivo en relación con un tema como era -y sigue siendo- la producción de energía atómica, por esos años un asunto muy misterioso, casi como de ciencia ficción.                         ... en ese momento, el monopolio de la técnica de extraer la energía de los átomos pertenecía a los Estados Unidos; la URSS había hecho estallar su propia bomba en 1949, pero poco se sabía de los adelantos soviéticos. Este tema estaba envuelto en el misterio, y lograr que la energía atómica fuera aplicada a objetivos pacíficos parecía una aspiración utópica. Por ello la estupefacción del mundo fue grande cuando el propio Presidente de la Nación Argentina anunció, el 24 de marzo de 1951, que el 16 de febrero se habían efectuado ensayos que permitieron, con pleno éxito, liberación controlada de energía atómica. Perón enfatizó que el método empleado en Argentina era totalmente nuevo. Se había desechado el de la fisión nuclear, usado entonces por los Estados Unidos, Rusia y Gran Bretaña, decidiéndose " correr el riesgo de crear un camino nuevo que condujera a superiores resultados".
El Presidente finalizó su corta exposición diciendo: - He querido informar al pueblo de la República, con la seriedad y veracidad que acostumbro, sobre un hecho que será trascendental para su vida futura y, no lo dudo, para el mundo..."

Luego habló el Profesor Ronald Richter, expresándose en alemán, su idioma de adopción. Los periodistas presentes lo acosaron a preguntas y Ritcher, por medio de un intérprete, ratificó el anuncio del Presidente Perón. 

- ¿Cómo el Presidente Perón pudo creer en ese supuesto sabio?

Esa gaffe de Perón sólo puede explicarse por su ansiedad de lograr un impacto sensacional en la opinión pública del exterior. 

A pedido del "sabio" llegado a la Argentina en 1948, se lo ubicó en la isla Huemul, en el lago Nahuel Huapi. Se adquirieron costosos equipos en Europa y Estados Unidos, se construyeron cobertizos para las usinas y un edificio para contener el reactor.
El 30 de mayo de 1950 creó, por decreto 10.936, la Comisión de Energía Atómica, dependiente de la Presidencia de la Nación, similar en su estructura y funciones a las que contemporáneamente se estaban creando en otros países. 

Finalmente, el 16 de febrero de 1951 se produjo en el reactor de la isla Huemul unas oscilaciones en detectores. Ritcher la describió como explosión atómica controlada.
Cuando Perón se enteró de lo ocurrido en la isla Huemul, no vaciló en consagrarlo como una verdad científica indiscutible. Un par de días después entregaba a Ritcher el título de doctor honoris causa
Éste fue el segundo doctorado que Perón otorgaba a un "científico". 
El primero le fue conferido a un "dentista" boliviano que, en 1947 atendió a Perón. Ese trabajo duró poco y Perón tuvo que hacerse una prótesis dental completa.

La caída de Ritcher fue más lenta que la del dentista de marras. 
El secretario general de la Comisión de Energía Atómica, coronel Enrique González produjo, a lo largo de 1951, informe tras informe señalando las inconsistencias de las afirmaciones del "científico". En marzo de 1952, una comisión especial aconsejó suspender todo apoyo a Ritcher. Sin embargo, físicos argentinos de reconocida solvencia realizaron una última evaluación, llegando a idénticas conclusiones: "el proyecto Huemul -es un completo fracaso-. Desde el gobierno se había impuesto un hermético silencio sobre el tema, pero los opositores hablaban del proyecto "Huele-a-mula", y cada vez que se levantaba una tribuna partidaria se recordaban las declaraciones presidenciales. Finalmente, en noviembre de 1952 se notificó a Ritcher su separación del cargo que tenía. Quiso salir del país, pero la Policía nunca le expidió el pasaporte. 
  
La ilusión atómica de Perón había costado a la Argentina no menos de cien millones de pesos. Quedaba sin embargo como una consecuencia del affaire, la Comisión Nacional de Energía Atómica que después de atravesar con relativa idemnidad los avatares políticos durante más de treinta años, lograría en 1983, el método correcto para enriquecer uranio. Algo muy diferente a los delirios de Ritcher homologados por Perón pero que, de todos modos, tiene su lejano origen en aquel paso en falso de 1951, que por un momento muy breve hizo sentir orgullosos a los argentinos por el logro científico  que habían, aparentemente, conseguido.
Muchas veces ha sucedido, en el curso de la historia de los países, que de grandes equivocaciones  surjan, con el tiempo, hechos positivos. Y éste puede ser un ejemplo válido. No porque la Comisión haya alcanzado un desarrollo notable inmediato, pero sí por las esperanzas que alimenta.
Eso demuestra que Perón tuvo aciertos y errores como cualquier ser humano. 
Desde mi pragmatismo me pregunto por qué otros Presidentes no imitaron sus planes quinquenales. Sus leyes laborales (que eran las de Alfredo Palacios que permanecían cajoneadas, pero Perón las rescató) rigen hasta hoy como conquistas de los trabajadores.
Evita ayudó socialmente entregando máquinas de coser, de tejer y otros elementos de trabajo, pero jamás repartió dinero porque sabía que las dádivas sólo sirven para crear mayor cantidad de ociosos que pretenden vivir sin trabajar y en sus discursos mencionaba la "dignidad del trabajo".  
Perón gobernó con autoritarismo militar por entender que eso debía hacer. 
La cordialidad de Alfonsín lae fue respondida con trece paros generales. 
Cuando nuestro gremio ferroviario, no recuerdo con qué motivo dispuso un paro, a cada estación ferroviaria llegó un telegrama del Presidente Perón decretando la "Movilización militar" y su juzgamiento aplicando las penas correspondientes que establece el Reglamento Militar, incluso el de fusilamiento para quienes se adhieran
al paro programado. 
Los períodos de Presidentes mansos como Frondizi, Illia o Alfonsín se vieron con dificultades para gobernar por el accionar de los sindicatos peronistas. 
A Alfonsín como le pararon el país con TRECE PAROS GENERALES. 
  - Esas medidas dañaron a Alfonsín pero más al país.

Desde mi pragmatismo, -método válido para juzgar la gestión de cada gobierno-, me pregunto - ¿Por qué los sindicatos, que el mismo Perón creo con formidable apoyo, le torcieron el brazo cuando, en su mayor gesto de sublime humildad, pretendió que su compañero de fórmula, como vice presidente, fuera don Ricardo Balbín, para cerrar la brecha que separaba a los argentinos. Perón, en su sapiencia, entendía que por sobre todo estaba PRIMERO LA PATRIA. 
La unidad del pueblo requería la unidad de los argentinos. 
Pero sus adeptos no entendieron este mensaje; se sirvieron de Perón para sus conquistas gremiales. Perón fue obligado por su masa de seguidores a que su compañera fuera su esposa María Isabel Martínez, algo que Perón no quería porque sabía de sus limitaciones para asimilar y poner en práctica sus consejos.
Así fue como la vejez del anciano estadista, la incapacidad de su vice presidenta María Estela Martínez de Perón, permitió el surgimiento de López Rega... y ya sabemos lo que pasó por siniestro accionar.

Después llegaron los que usaron los nombres de Perón y Evita para trepar. 

La luneta trasera de mi auto lució muchos años la frase: "PRIMERO LA PATRIA". Años después la cambié por: ARGENTINA TE AMO. 
La mantuve hasta el año 2014, fecha en la que le regalé el auto a mis nietos.

  - ¿Peronista? -me preguntaban con frecuencia cuando tuvo la primer frase. 
  -  ¡Patriota! -contestaba con un énfasis cerrando cualquier comentario. 


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lunes, 8 de junio de 2015

ABRANCITO

ABRANCITO                                                                                   (de mi cuaderno borrador)

El joven que instalaron en nuestra habitación dijo llamarse Abraham Schnitman.
Don Fracisco Chas lo llamó Abrancito. Lo trataba con cierto paternalismo. 
Una de las tres hijas del matrimonio Lugrén, dueños de la casa de pensión, me dijo que don Francisco estaba separado de su esposa e hijos. Eso me abstuvo saber el por qué de esa actitud hacia ese chico. Quizás le hacía recordar a sus hijos. 
A dos semanas del ingreso del joven a  su trabajo, durante uno de los almuerzos, el bueno de don Francisco lo estimuló a que contara algo de su trabajo.
  - Los clientes piden mezclando los artículos de almacén, de ferretería, de bazar, o materiales de construcción. Una mujer me pidió clavos de olor y me fui a la sección ferretería. El contador me vio revisando los cajones de los clavos y me preguntó qué buscaba, cuando le dije "clavos de olor" me dijo que están en la sección almacén porque es un condimento y agregó- enseñales a los clientes que pidan por separado lo de almacén, y después lo de otros sectores. 
  - Cuéntese algo divertido. (Don Francisco no tuteaba a nadie, ni a los nenes).
  - ¡Ah, sí! Un día vino una alemanita que no tendría más de 25 años. Me pidió una bacinilla grande. Mientras subía la escalera, las bacinillas están en el último estante, le eché una mirada para calcularle el tamaño de su trasero. y le bajé una mediana
  - ¿Está bien ésta?
  - No, quierrro una grrande.
Elegí una que tenía unos 35 centímetros de diámetro. La agarró sin envolver y se fue hasta donde está Epstein en la caja. cercó Habló al señor Epstein y al irse lo saludó con un guten morguen, bis bald. Me dijeron que es buenos días, hasta pronto, en alemán.
Cuatro y a veces cinco ganaderos vienen todos los días a lo de Blaistein y conversan entre ellos. Cuando entró la alemanita todos le prestaron atención.
Al día siguientes trajo la escupidera tapado con un mantelito y se la entregó al señor Epstein, él la pesó y me la dio para que pase la manteca a una fuente que debía poner en la heladera. Epstein pesó la bacinilla y anotó en elcuaderno de cuentas corrientes cuanto le acreditaba por su entrega. La alemanita lo saludó con otro guten morguen.
  - Le hubieras preguntado si le da un doble uso a esa escupidera -dijo uno de los ganaderos. 

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