INVIERNO EN LA COCINA de Luis Domingo Berho
No falta el que de pereza / se pelió con la palangana; en un descuido se gana / el perro bajo la mesa, al rato nomás bosteza / o no pudiendo resistir la tentación de gruñir / porque ajuera siente ruido, lo han venido a descubrir / al que estaba allí escondido.
Al sentir - ¡Juera Tachuela!- / sale haciéndose el chiquito
él, que estaba calentito, / lo mandaron de centinela,
al sentir que ajuera hiela, / envidia al gato “el señor”, que se queda allí al calor / agradeciendo la caricia,
y disfruta de esa delicia / roncando como un tractor.
No falta el que de pereza / se pelió con la palangana; en un descuido se gana / el perro bajo la mesa, al rato nomás bosteza / o no pudiendo resistir la tentación de gruñir / porque ajuera siente ruido, lo han venido a descubrir / al que estaba allí escondido.
Al sentir - ¡Juera Tachuela!- / sale haciéndose el chiquito
él, que estaba calentito, / lo mandaron de centinela,
al sentir que ajuera hiela, / envidia al gato “el señor”, que se queda allí al calor / agradeciendo la caricia,
y disfruta de esa delicia / roncando como un tractor.
El sabañón orejero / se hace sentir de ende veras;
un peón arregla un apero / hablando de unas cuadreras,
de algunas otras carreras / y del que recibió un garrote.
El ruido que hace el guisote, / al hervir sobre la hornalla,
se parece a una chata playa / que, vacía, va al trote.
La cocinera anuncia / que ya va estando la cena,un peón arregla un apero / hablando de unas cuadreras,
de algunas otras carreras / y del que recibió un garrote.
El ruido que hace el guisote, / al hervir sobre la hornalla,
se parece a una chata playa / que, vacía, va al trote.
de adentro e´ la alacena / unos platos ha saco;
un truco que se ha empezao / no se deja pa´ después,
más "perdido por perdido" / se siente una falta envido
pa´ ir a cenar de una vez.
La cerrazón de la juente, / levantándome derecho
levantándose derecho / va a estrellarse contra el techo
y entra a trabajar el diente. / Todos se rien de repente
porque cabecea un chico. / Ya limpiándose el hocico
se va a dormir el muchacho / y dándole cuerda al tacho
lo pone pa las cuatro y pico.
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GALLETA DE CAMPO por Luis Domingo Berho
Cuando en un tiempo anterior / con mis recuerdos acampo,
vieja galleta de campo, me encuentro con tu sabor.
Te saco del mostrador / de un boliche imaginario,
o sigo el itinerario / de los panaderos fieles,
que llenan de cascabeles / las calles del vecindario.
Te tostaron en las brasa, / te mojaron en la olla,
y en los bifes con cebolla, / limpiaste el sartén con grasa.
Te hiciste sopa en la taza / en el rastrojo lejano,
y el que era criollo baquiano / pa´ cortar del asador,
no encontró nada mejor / pa´ comer sobre la mano.
El carrero te llevó / en el pesebre guardada,
y con una rebanada / a su guiso acompañó.
El resero te cargó / en viaje de muchos días,
y anduviste por las vías / bailando en la bagayera,
cuando juiste pa´ el linyera / una de las “tres marías”.
y con una rebanada / a su guiso acompañó.
El resero te cargó / en viaje de muchos días,
y anduviste por las vías / bailando en la bagayera,
cuando juiste pa´ el linyera / una de las “tres marías”.
Hermana del güevo frito, / del cuajo y del chinchulín,
y madre de aquel budín / chacarero y exquisito.
Te llevaron pa´ el toldito / los deschaladores rudos,
y al fin de esos días crudos / de esquilas y de caballos,
anduviste entre los callos / de los dedos macetudos.
y madre de aquel budín / chacarero y exquisito.
Te llevaron pa´ el toldito / los deschaladores rudos,
y al fin de esos días crudos / de esquilas y de caballos,
anduviste entre los callos / de los dedos macetudos.
Sobre tu corteza güeca / era más rico el tocino,
aquel jamón campesino, / el chorizo y la manteca.
Al romperte de reseca / era música tu ruido,
y si te habrán consumido / al lao de la trilladora
cuando llegaba la hora / del ansiado mate cocido.
aquel jamón campesino, / el chorizo y la manteca.
Al romperte de reseca / era música tu ruido,
y si te habrán consumido / al lao de la trilladora
cuando llegaba la hora / del ansiado mate cocido.
Tu imagen a mí regresa / colgando adentro del rancho,
con la botella en el gancho / por esa laucha traviesa.
Te veo sobre la mesa / junto a la sopa caliente,
y siempre estabas presente / allá por las ocho y pico,
cuando el almuerzo chico / desayunaba la gente.
con la botella en el gancho / por esa laucha traviesa.
Te veo sobre la mesa / junto a la sopa caliente,
y siempre estabas presente / allá por las ocho y pico,
cuando el almuerzo chico / desayunaba la gente.
Vieja galleta de antaño / que en un kilo entraban dos,
yo no me olvido de vos, / de tu forma y tu tamaño,
vos sí que no hacías daño, / ni después de tres semanas.
Con vos en tardes lejanas, / cuando del campo volvía,
la presa del mediodía / la comía con más ganas.
yo no me olvido de vos, / de tu forma y tu tamaño,
vos sí que no hacías daño, / ni después de tres semanas.
Con vos en tardes lejanas, / cuando del campo volvía,
la presa del mediodía / la comía con más ganas.
Ya tu miga preferida / la familia no alimenta,
aunque hoy no estés en venta / el paisano no te olvida.
Vos llegaste a mi vida / con el uso de la razón,
por eso en esta ocasión / quiero decirte galleta,
que te llevo en la maleta / que nutre mi corazón.
aunque hoy no estés en venta / el paisano no te olvida.
Vos llegaste a mi vida / con el uso de la razón,
por eso en esta ocasión / quiero decirte galleta,
que te llevo en la maleta / que nutre mi corazón.
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