lunes, 21 de julio de 2014

ENTRE RÍOS, MI PAÍS y APOSTILLAS


ENTRE RÍOS, MI PAÍS                                                                      por Alberto Gerchunoff
                                                                                                          Editorial Plus Ultra. 1973.

"El desenvolvimiento económico de Entre Ríos se puntualiza en una rapidez que, posiblemente no guarda relación con otras zonas de la República Argentina.
Entre Ríos en 1890 era una mancha desierta de tierra que, un lustro después es el milagro argentino de convertirse un emporio de producción agrícola. 

Hace poco se celebró otro aniversario de San Salvador. 
Allí se estableció en 1890 un poblador animoso, con un rancho y un palenque. (nota personal del transcriptor: vale acotar que aún no se habían tendido los rieles, recién llegaron a esa zona en 1902). Hoy San Salvador es un centro hirviente de trabajo, con casas de comercio que operan por millones, con tumulto de automóviles, con hileras de galpones repletos (de granos)
En San Salvador se pronuncian conferencias sobre asuntos abstractos, conciertos, se consumen libros. En sus calles se ve al criollo de mejillas cetrinas, al tipo que surge de la mezcla de sangres, al alemán, al sefaradí de rostro anguloso, al asquenasi. 
Entre Ríos era hasta los alrededores de 1890, una provincia puramente pastoril. Cuando yo era niño se andaba largas leguas antes de encontrar, fuera de las quintas sembradas de naranjos, un trozo de sembradío. Por las extensidades dilatadas no se veía mas que ganado. En los latifundios enormes, el terrateniente criollo acumulaba docenas de miles de cabezas. La fiesta de la yerra era "La Fiesta de Entre Ríos".
Yo he visto a Polonio Velázquez bravear en los rodeos de la estancia de Escriña, asombrar con sus diestras manazas, inmovilizar al novillo arisco con el lazo tendido, desde la argolla de la cincha a la cornamenta, que se astillaban a la luz del sol.
Lentamente Entre Ríos fue haciéndose una provincia con agricultura intensa.

                                                              * * *

APOSTILLAS

Algunas de estas apostillas son de Selecciones del Readers Digest y otras de mi cosecha.

Bizcocho:  Panecillo estrábico.

Esclerosis:  Endurecimiento del clero.

Cuando llegues a una bifurcación, tómala.

Nunca contestes una carta anónima.

La vida de la aguja pende de un hilo.

Ojo por ojo, es ojo al cuadrado.

Los que tienen mal humor, tienen alguna tara en el espíritu.

Si eres creyente, pídele paciencia a Dios, pero exígele que te la dé inmediatamente. 

Levántate temprano y verás que las vacas hacen sombra cuando sale el sol.  

Huye de las tentaciones, pero no tan rápido, pues no te alcanzarán.

Si no asistes al entierro de los demás, no pretendas que ellos asistan al tuyo.

Si te pusiste el supositorio en la oreja, deduce dónde habrás puesto el audífono.

Debajo es una preposición que muchas veces suele ser posición.

Cuando el reo oyó el fallo de ser ahorcado se le hizo un nudo en la garganta.

Antiguamente los buzones se pintaban de rojo con un objeto: con un pincel.

Si la pereza te hace caminar lento pronto te alcanzará la pobreza.

No hay carga más pesada que una esposa liviana.

Los habitantes de esta orilla del lago Titicaca hacen Titi, y los de la otra, canoas.

En opíparo banquete los clérigos hablaron del hambre en el mundo, ni se te ocurra pensar en qué cómo será el banquete en el que hablen sobre la castidad.

                                                                       * * *

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