lunes, 21 de julio de 2014

DOMÍNGUEZ, MI PUEBLO


DOMÍNGUEZ, MI PUEBLO
   

Domínguez, mi pueblo natal, está ubicado en el centro geográfico de Entre Ríos, 27 km. de la ciudad de Villaguay, cabecera del Departamento del mismo nombre
Domínguez no tiene fecha de fundación.
Se optó por considerarla fundada el 20 de septiembre de 1891, fecha en la que pasó el primer tren, inaugurando la línea férrea que unía Gualeguaychú con Villaguay.

El nombre de la Estación ferroviaria es: Gobernador Domínguez, en homenaje al Gobernador de Entre Ríos José María Domínguez, sucesor de Urquiza en dicho cargo
Los rieles se tendieron a campo traviesa; 
en esa zona pertenecían a de Aurelio Jorge.
El Gobierno de la Provincia de Entre Ríos hizo construir un camino de tierra paralelo a las vías. Unos mil metros hacia el sur Domínguez comenzaban las tierras de Aurelio Jorge y se extendían hasta el arroyo Bergara, unos 10 kilómetros hacia el norte de la Estación Domínguez. A la altura de esa estación ferroviaria, desde unos mil metros al sur, el camino hace un recodo de unos 200 metros, y se aparta de los rieles.
El trazado urbanístico del pueblo se hizo hacia el Este de ese camino, que tiempo después fue la ruta 12 comenzaron a instalarse precarios talleres de talabartería, herrería, carpintería y de otros oficios artesanales. 
En la segunda mitad de la década de 1930, mi padre, Jefe de Estación Go bernador Domínguez, en su función de Presidente Honorario de la Junta de Fomento logró que los Herederos Aurelio Jorge donen una fracción de tierra para edificar allí la Iglesia Católica. Él fue firmante de las actas de su fundación.
  
A partir de la década de 1950 los Herederos de Aurelio Jorge decidieron fraccionar en lotes la lengua de tierras que había desde la estación ferroviaria hasta la ruta 12. 
Los lotes de esa lengua de tierra siguieron considerados por el Gobierno de Entre Ríos como área urbana.

Mi padre, en su doble función de Jefe de la Estación Domínguez y Presidente Honorario de la Junta de Fomento de Villa Domínguez, bregó, sin éxito, ante el Gobierno entrerriano para que extienda la zona urbana
   
Uno de los primeros edificios en construirse en lo que sería el pueblo Domínguez fue una de las sedes de la administración de la Empresa de Colonización Agraria Jewish Colonization Association fundada y auspiciada por el generoso filántropo barón Mauricio de Hirsch.

Colonia Clara es el nombre genérico con que denominaron a todas las colonias que fue fundano esa Empresa Colonizadora en tierras compradas a sus propietarios en el Departamento Villaguay desde 1891 en adelante.

Los noveles colonos, inexpertos en tareas de cultivar el suelo y lidiar con vacunos y yeguarizos, tuvieron la espontánea colaboración de nobles gauchos entrerrianos que les ayudaron a quitar de sus parcelas seculares árboles típicos de la flora montielera, de enormes y profundas raíces fuertemente arraigadas al suelo. 
La paradigmática relación entablada entre esos nobles gauchos con los inmigrantes judíos, que llegaron motivados por la invitación por decreto del 6 de agostos de 1881 del Presidente de la Nación Argentina Julio A. Roca y con la filantrópica colaboración del barón de Hirsch, motivó a Alberto Gerchunoff a escribir su trascendental obra "Los GauchosJudíos", publicada en 1910, a poco del inicio la colonización agraria.

El agrimensor francés Arístides Sol planificó la urbanización del futuro pueblo. 
Lo hizo inspirado en la de la Plaza l´ Toile de París, pero en menor tamaño.
Desde su plaza circular, con un diámetro de 200 metros, parten ocho calles hacia los cuatro puntos cardinales y sus intermedios.
Las manzanas que rodean la plaza son pentagonales, el lado más corto da hacia la calle que adjunta al perímetro de la plaza, los extremos opuestos a los lados cortos de esas manzanas, los forman dos calles que se unen formando ángulos obtusos, de ello nacen calles bisectrices. Difícil imaginarlo, es preferible pensar en una telaraña.
Como desde allí partieron hacia los distintos rumbos las carretas con los futuros colonizadores, hay quienes suponen que es una traza alegórica.


Ese atípico trazado, la estación ferroviaria de estilo inglés, los enormes silos del elevador de granos, los galpones acopiadores de granos, su escuela primaria de nivel completo, su rica biblioteca con amplio salón de fiestas, el magnífico hospital, el moderno edificio de aguas corrientes, la plazoleta con juegos para niños, las instalaciones deportivas, la Cooperativa Fondo Comunal, el moderno matadero de animales para consumo, sus numerosos comercios, sus calles arboladas, sus viviendas de diversos estilos, sus talleres de herrería, carpintería, talabartería, mecánica de automotores y maquinarias agrícolas, etc., le confieren  una fisonomía particular a  Villa Domínguez. 
     

  - "Es sabido -afirma Osvaldo Quiroga, Director del Museo de la Colonizaciónque el ferrocarril fue formador de pueblos y promotor del desarrollo de centros urbanos y rurales ya establecidos. 

Los trenes cumplieron una gran misión en la comunicación de áreas rurales de nuestro país.  

                          ¡Miradlo! Va tragando las distancias,
                     parece apenas que la tierra toca,  
                     y devorado por febriles ansias,
                     nubes vomita de su ardiente boca.
                     ¡Miradlo! Es el guerrero del presente,

                     genio armado de la nueva idea; 
                     la luz del porvenir brilla en su frente 

                     y su penacho de vapor ondea.


El 23 de septiembre de 1890, al habilitarse la línea del Ferrocarril Entre Ríos de Gualeguaychú a Villaguay quedó inaugurada la Estación Gobernador Domínguez.

A partir de entonces -continúa Osvaldo Quiroga, hoy Director del Museo de la Colonización, en su trabajo en conmemoración de los cien años de la fundación de Domínguez- comenzaron a asentarse los primeros pobladores en las inmediaciones de la estación ferroviaria.
El 25 de abril de 1891, delegados de la Empresa Colonizadora auspiciada por el barón Mauricio de Hirsch compraron tierras a la S. A. La Agricultora, a los Herederos de Aurelio Jorge y a otros propietarios. En ellas fundaron las colonias denominada Clara. Lleva ese nombre en homenaje a la esposa del patrocinador de ese formidable plan de colonización agrícola destinado a instalar en ellas a judíos del este europeo donde sobrevivían miserablemente discriminados por leyes restrictivas. 
En marzo de 1892 llegó a la Estación Gobernador Domínguez el primer grupo de inmigrantes. 

Se los recuerda como los pampistas por haber viajado en el vapor Pampa.  
Los destinaron a diversas colonias fundadas por la Empresa Colonizadora del barón de Hirsch, la Jewish Colonization Association.
En ese mismo año, 1892, se habilitó el hospital en una casa existente a mil metros de la estación ferroviaria. Se lo denominó La Barraca. Allí se instaló el doctor Noé Yarcho y su esposa María Sajaroff de Yarcho.
En el año 1900 ya se estaban instaladas 452 familias en 80.283 hectáreas en distintos asentamientos que eran parte de la genéricamente denominada Colonia Clara.                    
   

                          
                   ¡Oh, mi pueblo fecundo, maravilla del tiempo;
              

                gente agreste que el canto lo lograron sin voz,
                porque cantó el paisaje que fecundaron siempre
                con las manos labrando y la mirada en Dios!
     

Imaginemos -continúa Osvaldo Quiroga- como, poco a poco, la tierra cultivada iba copando los espacios en los que hasta entonces, sólo había montes de añosos espinillos enmarañados y ñandubays con enormes raigones, tunales y cardales.
Vale destacar la generosa colaboración de los gauchos para realizar las duras tareas 
para liberar la parcelas a cultivar y levantar los ranchos de adobe con techos de paja, en el que no faltarían luego el horno de barro, ni la huerta. 
Las sucesivas ausencia de lluvias hicieron fracasar algunas cosechas truncando ilusiones. Algunos colonos abandonaron sus campos para volver a sus antiguos oficios de zapateros, herreros, carpinteros, talabarteros y otros. Se establecieron en las proximidades de la Estación Gobernador Domínguez junto a los nativos que ya habían instalado algunos modestos talleres. 
El pueblo comenzó a cobrar más vida.
Su evolución fue paralela al de sus colonias cercanas. 

Domínguez se convirtió en el centro neurálgico al que acudían los habitantes de las zonas cercanas.
Con el transcurso de los años, otras familias se instalaron en el pueblo.
Después de sacar de raíz añosos espinillos y otros árboles autóctonos de la flora entrerriana y de erradicar gran cantidad de tunales y malezas propias de la región, los noveles colonos comenzaron las tareas de labranza de esa tierra virgen. 
Los gauchos entrerrianos se brindaron íntegramente enseñándoles con infinita paciencia todo lo referente a las tareas rurales, desconocidas por esos inmigrantes. ¿Quién mejor que los gauchos para enseñarles a sacar de raíz los añosos árboles que poblaban las parcelas destinadas a cultivo, arar con ariscos bueyes, sanar bicheras de los animales, curar cueros, domar potros, ensillarlos, trenzar arreos y realizar otras cien tareas que requiere el trabajo de campo?".


                                                                                        * 
El Ferrocarril lleva el progreso al interior del país

El Ferro Carril Entre Ríos tendió una amplia red de líneas férreas, varias de ellas convergían en Estación Basavilbaso, y llegaban a las cabeceras departamentales. 
La línea troncal unía Concordia con Ibicuy. Los trenes se embarcaban en ferri boats, que navegaban un largo trecho por el río Paraná y desembarcaban en Zárate. 
Allí se rearmaban los trenes y seguían por las vías del Ferrocarril Central Buenos Aires hast ala Estación Federico Lacroze, en la Capital Federal. 
En Concordia nacía el tendido de vías del Ferrocarril Nordeste Argentino que llegaba a Posadas y, desde allí, mediante ferri boats, los trenes cruzaban el río Paraná para llegar a distintas estaciones del Ferrocarril Central Paraguayo transportando cargas, pasajeros, encomiendas, equipajes, hacienda, correspondencia, telegramas, etc. 
El Ferrocarril Central Buenos Aires, el Ferrocarril Entre Ríos, la línea ferrea de Puerto Diamante a Curuzú Cuatiá, el Ferrocarril Entre Ríos, el Ferrocarril Nordeste Argentino y el Ferrocarril Central Paraguayo eran de trocha media. Sus vagones eran aptos para circular por todas esas líneas férreas.
Los trenes internacionales posibilitaban que los pasajeros lo tomaran en Buenos Aires y, sin hacer combinaciones, llegaban a Asunción del Paraguay y viceversa.  
El ferrocarril fue el más importante medio de transporte de pasajeros, equipajes, encomiendas, cargas, hacienda, correspondencia, telegramas, cadáveres, etc. 
Las empresas ferroviarias estimularon el incremento de las producciones regionales para tener más cargas para transportar.

        Mi pueblo natal                                             El pueblo que me vio nacer            
                          por Mauricio Soiget                                                                       por Mauricio Soijet  

       Nunca podré olvidar                                      Villa Domínguez, mi pueblo ¡cómo te recuerdo! lo que con tanto amor he vivido,       fueron años que jamás podré olvidar,
   esos recuerdos queridos,                                 mi padre que ya lo he perdido
     que jamás se borrarán.                                    y junto a mi madre que ya no está.

       En mi mente vivirán,                               Mi casa, la escuela de mis primeros pasos,
  aunque no quiero el olvido,                            ¡cómo me gustaría volver a habitar!
nuestro hogar que con sus manos                  estar con todos los que allí me vieron...
   mis padres han construído.                         pasaron muchos años... ¿Dónde estarán?

    Con sólo 30 hectáreas logró                       Recuerdos que añoro, volver a vivirlos,
      junto a mi madre querida                                quizás la vida me quiera alegrar,
    criar cinco hijos que fueron                           terminar mis días en aquel pueblito,
    productos de amor de vida.                          junto a mis hermanos y todos los míos,
                                                                                buscar la dicha que borró el olvido,      
       Trabajaron con afán                                   para que esto suceda, ¡hoy voy a rezar!
         esa bendita tierra                    
   donde sólo hay paz eterna                                                               * * * 
 y no guerras, ni con quien pelear.                             

    La felicidad superaba todo                           Un día en el campo
   con el canto de los pájaros,                                                                  por Mauricio Soiget        y el arado que abarcaba
 los surcos de una buena siembra.               Estoy en mi pueblo, en el mismo campo                                                                              del que fuera un día hogar de mis padres.
    Que brotarían de esa tierra                        Pareciera a él verlo montado en el arado
 con un manto de esperanzas,                que tantos frutos trajo, junto a mis hermanos. 
    al cosechar lo sembrado, 
     el gozo era a tal extremo                     El cielo es tan claro, que invita al pasado  y         que aún hoy al recordarlo,              donde sólo se escucha el cantar de los pájaros. 
     con lágrimas en mis ojos,                   El verde césped que parece alfombrado
      "te abrazo bendita tierra".                 aumentan los recuerdos jamás olvidados.  
                      
                   * * *                                          ¡Qué feliz me siento contemplando todo
                                                                     los sueños que viven lo ya transitado!
                                                                   Y es gozo sublime, tocar con mis manos
                                                                    lo más lindo y puro, el suelo sembrado.

                                                                     Un día de gloria, un día en el campo,   
                                                                    al ver todo eso se estremece mi alma
                                                                    si tanto me alegrar estar en mi pago...
                                                                           ¿Por qué estoy llorando?
                                                                 ¿Serán los recuerdos que vienen de lejos?
                                                                 O serán mis padres que me están llamando.

                                                                                                 * * *  
                                                                                                       loscuentosdeoscarpascaner.blogspot.com.ar

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