NUESTROS ANCESTROS
¿Varegos, normandos, franceses, germanos o catalanes?
Lo importante son las normas éticas y morales con las
que uno transita la vida.
¿Varegos, normandos, franceses, germanos o catalanes?
Lo importante son las normas éticas y morales con las
que uno transita la vida.
Este tema jamás inquietó a nuestra familia, ni nos quitó el sueño.
- Lo importante -solía decir mi padre- es la buena educación que se recibe en el hogar, la instrucción que brinda la escolaridad, y la socialización que se adquiere en el trato con los semejantes, de quienes debemos emular los buenos hábitos y desestimar lo inadecuado, los vicios, adicciones, lo inmoral, y todo lo desagradable.
Por relatos de familiares nos enteramos que nuestros ancestros vivieron en la ciudad de Pascani, del antiguo principado de Moldavia, en la región cárpato danubiana. - Lo importante -solía decir mi padre- es la buena educación que se recibe en el hogar, la instrucción que brinda la escolaridad, y la socialización que se adquiere en el trato con los semejantes, de quienes debemos emular los buenos hábitos y desestimar lo inadecuado, los vicios, adicciones, lo inmoral, y todo lo desagradable.
La oferta de ser intérprete de un contingente emigratorio de familias procedentes de diversos países de Europa oriental le dio a mis ancestros la oportunidad de radicarse en la Argentina.
Eso ocurrió cuando el Presidente de la Nación Argentina, Julio A. Roca, mediante decreto fechado el 6 de agosto de 1881, invitó a los rusos judíos a radicarse en este país con todos los derechos civiles que rigen para sus habitantes.
Por datos suministrados por familiares y gente que conocieron a mis ancestros me posibilitó reconstruir parte de la historia familiar.
Benjamín Gregorio Pascaner, mi abuelo paterno, -fallecido a sus 34 años- era un aventajado estudiante de idiomas y dialectos en la ciudad de Pascani del principado
de Moldavia. Esa circunstancia hizo que Delegados de un Comité de Emigración le soliciten sus servicios que para desempeñarse como intérprete de un contingente de emigrantes que hablan el idioma eslavo y dialectos derivados de éste.
Benjamín Gregorio Pascaner, mi abuelo paterno, -fallecido a sus 34 años- era un aventajado estudiante de idiomas y dialectos en la ciudad de Pascani del principado
de Moldavia. Esa circunstancia hizo que Delegados de un Comité de Emigración le soliciten sus servicios que para desempeñarse como intérprete de un contingente de emigrantes que hablan el idioma eslavo y dialectos derivados de éste.
Mi abuelo, que entonces tenía 17 años, los derivó a su padre.
Después que los Delegados del Comité de Emigración le explicaron que los de ese contingente recibirían parcelas de tierra, herramientas de labranza y todo lo necesario como para reiniciar la vida en un país libre de discriminaciones, mi bisabuelo les dijo que su hijo iría si va toda su familia y reciben en la Argentina los beneficios que les otorgarán a quienes integran ese contingente de futuros agricultores en la Argentina.
Después que los Delegados del Comité de Emigración le explicaron que los de ese contingente recibirían parcelas de tierra, herramientas de labranza y todo lo necesario como para reiniciar la vida en un país libre de discriminaciones, mi bisabuelo les dijo que su hijo iría si va toda su familia y reciben en la Argentina los beneficios que les otorgarán a quienes integran ese contingente de futuros agricultores en la Argentina.
Los diez integrantes de la familia Pascaner fue una más de los que fueron colonizados en Colonia Espíndola por la Empresa Colonizadora Jewish Colonization Association, del departamento Villaguay, en la Provincia de Entre Ríos.
La vida en contacto permanente con sus vecinos procedentes de distintas regiones, les posibilitó adquirir los más elevados valores éticos y morales del eclecticismo.
Según estudios publicados en 1995 en el Journal of Biological Chemistry, la presión social a la que estuvieron sometidas por siglos algunas etnias minoritarias, impulsó su actividad y expansión neuronal que ha quedado grabada en sus ADN que sobrepasa la media del nivel intelectual.
Según estudios publicados en 1995 en el Journal of Biological Chemistry, la presión social a la que estuvieron sometidas por siglos algunas etnias minoritarias, impulsó su actividad y expansión neuronal que ha quedado grabada en sus ADN que sobrepasa la media del nivel intelectual.
Muy interesantes reflexiones. Un gusto leerlas.
ResponderEliminarUn abrazo y mi cariño
Analía