Juan Vargas era una buena persona, polifacéticamente hábil en toda tarea laboral.
Esa versatilidad le posibilitaba desempeñarse con éxito en lo que hacía. Por eso era requerido por el Jefe de Estación Domínguez cada vez que faltaba algún empleado por causa fortuita.
En ocasión que se encontraba jugando en el equipo de fútbol de Villa Domínguez, su marcador personal, que no podía con él, le gritó:
- ¡Petiso retacón atropellador como cochemotor, dejame agarrar alguna.
Los dominguenses presentes en ese evento, comenzaron a corear "cochemotor", "cochemotor" cada vez que Juan Vargas, en una de sus atropelladas interceptaba el pase destinado a su rival y, al hacerse de la pelota emprendía una veloz corrida que generaba jugadas que solían culminar en gol.
La vez que se encontró en el área rival frente al impasable defensor "bola de nieve", (un negro como carbón) "Cochemotor Vargas" se detuvo y, tomándose la cabeza exclamó - ¡Uhhh, se pinchó la pelota!
"Bola de Nieve" tomó la pelota con sus manos. - No está pinchada -exclamó mientras el referí hacía sonar su silbato cobrándole penal.
Esa "avivada de Cochemotor Vargas" corrió de boca en boca consolidando el apodo.
Una cuadrilla de Vías y Obras del Ferrocarril Entre Ríos, conformada por un capataz y tres operarios llegó a Estación Domínguez para romper el piso del galpón en el que se acopiaba trigo, lino, maíz y otros granos, que se dañaban por la humedad que rezumaba ese piso de concreto y harían otro con hidrófugos anti humedad.
El piso original ofrecía resistencia al embate de picos y cortafierros.
Desde el teléfono que había junto al escritorio del Jefe de Estación el capataz de la cuadrilla informó esa dificultad a su superior.
- Me autorizaron a incorporar otro operario que viva acá. -comentó el capataz ante el Jefe de Estación al finalizar la comunicación.
- Conozco al hombre indicado para ese trabajo, robusto, guapo y buena persona.
- ¿Puede contactarme con él?
- Ahora mismo mando a buscarlo.
- ¡Buenos días! El Jefe de Estación mandó decirme que necesitan otro operario. Soy Juan Vargas, más conocido por mi apodo "Cochemotor" -dijo al presentarse ante el capataz y sus operarios.
La incorporación de un cuarto hombre no bastó para agilizar la dura tarea.
Por segunda vez en esa mañana el capataz caminó los cien metros que había hasta la Estación y se comunicó telefónicamente con su superior.
- Mandarán un pisón neumático de 250 kilos en el cochemotor que pasa por aquí a las 15 horas. -comentó el capataz ante el Jefe de Estación.
- Traiga a sus operarios cinco minutos antes de las 15 para que lo descarguen.
El pisón neumático llegó en el cochemotor que iba de Gualeguaychú a Concordia.
Los cuatro integrantes de la cuadrilla lo descargaron en la carretilla que se usa para descargar barriles con vino, tambores con aceite y otras mercaderías pesadas.
Juan Cochemotor Vargas empuñó los mangos de la carretilla y a través del desparejo terreno la llevó con maestría hasta el galpón.
Uno a uno los tres operarios titulares de la cuadrilla se turnaron para empuñarlo y pulsar el botón que lo hacía saltar y caer con fuerza. Ninguno pudo hacerlo sin perder el equilibrio y el riesgo de sufrir un accidente. Cuando "Cochemotor Vargas" tomó los mangos del pisón el capataz se lo impidió divciéndole que aún no había dado sus datos personales y no estaba cubierto por el seguro de accidente laboral.
El capataz volvió pedirle permiso al Jefe de Estación para usar el teléfono.
Explicó a su superior sobre el riesgo de accidente al que expondría a sus operarios.
- Enviarán un experto para manejar el pisón. -le comentó al Jefe de Estación.
El capataz se detuvo asombrado cuando ingresó al galpón y vio a "Cochemotor" Vargas manejando el pisón con gran suficiencia.
- Le dije que no debía hacerlo por no estar asegurado. -le dijo en tono amistoso.
- Nadie puede saber de qué es capáz si no lo intenta.
Inmediatamente el capataz fue a hablar con su superior para anular el pedido del experto en el manejo del pisón neumático. Comenzó diciéndole a su superior:
-Ya no necesito el experto para el pisón porque lo agarró el "Cochemotor" y... (vale saber que los de menor nivel cutural anteponían el artículo al nombre o apodo: el Pedro, el Juancho, la Eva).
- ¿Cómo que estoy despedido por irresponsable?
El capataz quedó desconcertado.
- ¡Dice que vendrá para despedirme personalmente!
El Jefe de Estación envió a buscar al capataz de la cuadrilla y le dijo:
- En diez minutos llegará un "auto de vía", presumo que viene su superior.
Los autos de vía sólo eran usados para transportar altos funcionarios.
- ¿Quién fue el irresponsable que dejó el pisón en las vías?
- ¿De dónde sacó semejante disparate? -preguntó el capataz a quien lo amonestó.
- ¡Usted fue quien me dijo que al pisón lo agarró el cochemotor!
- “Cochemotor” -dijo esforzándose para no reir- es el apodo del operario nuevo... Juan Vargas, pero él se hace llamar por su apodo "Cochemotor ".
- ¿Qué alivio! ¡No está bien que llame a sus operarios por sus apodos!
- Jefe -dijo el capataz- Por favor cuéntele a mi superior la historia de cómo Juan Vargas se ganó el apodo de "Cochemotor".
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