jueves, 30 de octubre de 2014

CANTÁNDOLE A LA ALPARGATA


por Luis Domingo Berho
Interpretada por uno de los gauchos que trabajó en la cosecha en la chacra de mi tío León.
La desprendida bombacha / sobre el empalme cayendo,
te acaricia cubriendo / como una casta muchacha.
Al bigote de tu hilacha / lo ví en las esquilas y trillas,
por detrás de las gavillas, / saliendo de los maizales,
en los pies de las cuadrillas. 
Te ví en los pies del bolsero / sobre el burro o el tablón,
abarrotando el galpón / en un pago chacarero.
También te llevó el resero / por esas huellas remotas,
compañera en su derrotas / marchando en un día tibio,
supiste darle alivio, / cuando se sacó las botas.
Siempre suave y livianita, / pa´ los cayos nunca estrecha,
al terminar la cosecha / te ví en el pueblo nuevita,
te lucía sin desdenes. / Te ví sobre los trenes
o andar en la romería, / y ocupando la estantería
de los viejos almacenes.
Te he visto blanca en la cancha / de bochas y en los frontones,
bordada y con cordones / deslizarse por la plancha.
Yo te he visto en la pata ancha / pisando en las tabladas
y en la fieras atropelladas, / defender al menos fuerte
y enfrentarte a la muerte, / atajando puñaladas. 
De los Andes al Litoral, / en este suelo bendito,
tal vez se te deba un poquito / la grandeza nacional.
Sos un símbolo rural, / prenda cómoda y barata,
y aunque me sobre la plata, / mi planta ha de calzar,
cuando a gusto quiera andar, / sobre la tierra ¡alpargata!

                               

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