jueves, 30 de octubre de 2014

COSAS DE LA VIDA


                                                                                                                               por Boris Elkin

Poesía recitada por uno de los gauchos que trabajaron en la cosecha en la chacra de mi tío León.

¡Pucha que es triste / tener el rancho así, como tapera,
sin tener un jazmín que lo perfume /ni un zorzal que le cante en la cumbrera!
Dende que asoma el alba hasta la noche… / ¡solito por la güella!
Si ensillo mi caballo pa ir al pueblo, / denenguno me acompaña a la tranquera,
y al volver por la noche, / está mi rancho ¡tan solo, tan oscuro, que da pena!

Algo me falta …  / ¡No basta que uno tenga un poco e yerba,
un zoquete de carne pa´l asao / o un chala pa pitar cuando se ofrezca.
Es algo más … y ese algo… / ¡Qué amalaya, mi Dios, si lo tuviera!
Lo que me falta es ella, / la hija del pulpero,
la que tiene dos soles en los ojos, / una noche e tormenta en su pelo,
un camuatí en los labios / y un pichón de paloma en cada seno.

¡Sí! … ¡Es ella!  
A veces, cuando llego hasta el boliche / y me abajo a tomar una ginebra,
me recuesto en la puerta que da al patio / pa así, cuando se cruza, poder verla.  
Yo he querido decirle muchas cosas, /  pero … ¡qué miesca! 
las palabras toditas se me añudan / y no puedo decir lo que quisiera. 

Ya me tengo aprendida de memoria / una declaración entera
que me la acuerdo bien cuando estoy solo / y me la olvido cuando estoy con ella.
¡Cosas de la vida!
Guapo como denguno ¡y ande quiera! / capaz de matar pumas a talero,
de peliarlo al más hombre / a poncho y tierra…
¡pero no tengo coraje pa decirle, / que me sobra ternura pa´ quererla.

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