jueves, 30 de octubre de 2014

DON PLÁCIDO

                                                                                                                                     por Boris Elkin

         Interpretada por uno de los cuatro gauchos que levantaron la cosecha en la chacra de mi tío León.

Pa decirles francamente, el nombre no viene al caso;
allá todos lo conocen simplemente por “Don Plácido”.
¡Hombre que mereció haberse llamado “Don Santo”!
De haber nacido mujer hubiera sido pa escándalo
y su nombre rodaría hecho vergüenza en el pago,
todo porque no sabía negar favores, “Don Plácido”.

Cuando heredó “El Espinillo”, -de esto hace muchos años-
lo primerito que hizo jué cambiarle el nombre áspero
y ponerle “La Querencia”, nombre que está convidando.
Y después, los linyeras, pa que todo el mundo sepa,
se encargaron de contar lo gaucho que era Don Plácido.

Cuando sus tres chacareros se atrasaban en el pago
porque a veces la cosecha la sabe llevar el diablo,
por no mandar desalojos ni andar con jueces y embargos,
les regalaba semilla pa que siguieran sembrando.

Eso sí, tenía un defeto que no había forma e curarlo:
nunca permitió que naides llegara a pedirle una mano; 
en cuanto los véia venir ya los estaba sobrando,
y así como algunos otros se agachan pa cuerpiarlos,
        él se ofertaba solito pa evitarles un mal trago,
        sabiendo que el pedir debe ser muy, ¡muy amargo!

Prestó firmas a granel y dio más plata que el banco
sin pedir un documento… ya que a juicio de Don Plácido,
eso es demostrar desconfianza, como un agravio
que lastima la amistad, y eso, no cuadra entre gauchos.

Y como no había papeles que ricuerden lo adeudado…
la mayor parte de aquellos amigos se jué olvidando
pero Don Plácido mismo se encargó de disculparlos
diciendo: que por vergüenza, al no cumplir, se alejaron. 

Y ahora, el pobre quedó solo, vive apenas rajuñando
¡pa tirar apenas con lo que resta de sus años!
Como nunca permitió que naides le pida una mano,
él calcula que algún amigo, se ha de ofertar pa cuartiarlo.
         ¡No sabe que con él, se acaba el último gaucho!

                             

No hay comentarios:

Publicar un comentario